Si no tienes previsto visitar Koh Phangan durante la luna llena, no te preocupes, la iniciativa ha tenido tanto éxito que en la isla se organizan también otras fiestas sonadas con motivo de la media luna, la luna nueva... Todas con la misma marcha desde que se pone el sol hasta el amanecer.
Si lo tuyo no es la juerga noctámbula, no te preocupes, Phangan tiene atractivos también para disfrutar bajo los rayos del sol: las playas son un buen ejemplo. La más famosa de todas, y la más concurrida, es Hat Rin, escenario nocturno de la Full Moon Party; la más pintoresca es Koh Mae Head, y su estrecho istmo de arena que la une con el islote vecino (sólo por las tardes cuando baja la marea); las más remotas son Haad Tien, Haad Yao y Haad Salat, solo accesibles por mar o tras un pequeño trekking por la selva; finalmente, si eres aficionado a las aletas y las gafas, las que tienen mejor snorkel son Mae Haad y Vok Tum.
Para descansar tu piel del sol, en Koh Panghan también puedes hacer una visita al templo chino Kuan Yin, o el más antiguo de la isla, el Wat Phu Khao Noi.
Si buscas un lugar para cambiar dinero o comprar, en Thong Sala (la minúscula capital de la isla) encontrarás algunas tiendas y el mercado local de productos frescos, donde los pescadores con su captura se mezclan con los tenderetes de comida para llevar.
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