Esta es la segunda parte de los posts sobre nuestro viaje a
Egipto. Si quieres ver cómo son las excursiones en primera persona, ¡no dudes
en seguirnos!
Después de nuestra visita a las Pirámides de Guiza y a la Gran Esfinge, nos metemos en el furgón para que nos lleven a ver la PirámideEscalonada, que está algo alejado.
Dejamos atrás los pisos y las calles abarrotadas, que dan paso a una carretera extrarradio que bordea un pequeño canal. Los cultivos se
convierten en un paisaje de palmeras que queda rezagado para mostrarnos la
arena del desierto. Ascendemos sobre las suaves dunas hasta que finalmente el
conductor se detiene en un pequeño altiplano.
Primero iremos a ver la Mastaba de Mereruka. El edificio se
alza en la necrópolis, junto a la pirámide de Teti, cuya estructura ha arrasado
el tiempo.
Mereruka era uno de los cancilleres del faraón Teti y estuvo
casado con una de sus hijas. Poseyó unos 84 títulos y fue enterrado en la
mastaba junto a gran parte de su familia. Desde su descubrimiento en 1893, es
la mastaba más grade jamás encontrada, con 31 cámaras. Pese a estos datos,
cuando pasamos, el edificio bajo que es la mastaba –como suelen ser las
mastabas, vaya- no es demasiado impresionante desde fuera.
Sin embargo, en su interior esconde un tesoro.
Entrada a la Mastaba
Sus relieves se conservan con una increíble perfección,
aunque el color se haya desvaído. Hombrecillos en trabajos diarios y grandes
retratos de Mereruka recorres las laberínticas paredes de la mastaba. Las
imágenes están delicadamente detalladas; aquí distinguir perfectamente las
especies de los peces que pescan en el Nilo, allí admiramos la ondulación de la
musculatura en las piernas talladas. Hileras e hileras de cientos de hombres preparan
y transportan las ofrendas, todos en actitudes y posturas distintas, con cargas
distintas. Cada línea cincelada respira mimo y talento. No nos permiten hacer
fotos, así que nos contentamos con fijar bien la vista para guardar el recuerdo.
Tras la Mastaba, nos dirigimos a la entrada de la pirámide
de Teti. La boca es muy estrecha y se adentra 15 metros en el suelo en una
cuesta pronunciada, de unos 60º. A pesar de las tablas que se han colocado para
ayudar el paseo a los turistas, el descenso por un túnel tan inclinado y
claustrofóbico se hace lento. Pero sin duda vale la pena. Aunque por fuera la
pirámide apenas se diferencia de una pequeña colina de adobe, el interior está
muy bien conservado. Largas hileras de apretados jeroglíficos se ven a la
perfección en la piedra blanca. La sala del sarcófago, que aún se conserva
allí, luce un techo grabado con una miríada de estrellas, que son una autentica
belleza.
Entrada a la pirámide de Teti
Visto esto, y ahora sí, nos dirigimos hacia la pirámide
escalonada. Para acercarse a ella hay que atravesar primero la sala hipóstila,
una construcción que consiste en un estrecho pasillo flanqueado por anchas
columnas, cuyas formas se inspiran en un hatillo de plantas de papiro. La sala
nos lleva a un amplio patio con dos altares, donde se llevaba a cabo el ritual
de renovación de los 30 años. Tomamos asiento bajo la sombra de un pequeño
muro, admirando las desgarbadas formas de la pirámide escalonada, casi cubierta
de andamios, mientras el guía nos explica la historia de la Pirámide Escalonada
o Pirámide de Zoser.
La construcción palidece totalmente ante la perfección y el
tamaño de las Pirámides de Guiza y su interior no se puede visitar debido a los
peligros de derrumbamiento desde el 2011. Sin embargo, no es ni su perfección
ni su tamaño lo que hace especial esta pirámide, sino toda la historia que
carga a sus piedras. No sólo es la primera pirámide, sino la primera
construcción de piedra.
La Pirámide Escalonada fue encargada por Zoser en el 2650
a.C al arquitecto Imhotep, el primer arquitecto del que se tiene constancia.
Hasta entonces las casas habían sido sólo de adobe y en la construcción se
aprecia la utilización de la misma técnica que se usaría para el adobe, con
piedras pequeñas y amontonadas. La forma escalonada se adquirió al ir
experimentando, añadiendo a un cuadrado un lado y luego otro y otro hasta
hacerlo crecer… Estamos viendo el primer paso tímido de la civilización egipcia
a la perfección de las Pirámides de Giza.
En este caso, la excursión es opcional, pero sin duda vale
la pena para comprender la arquitectura del antiguo Egipto y ahondar en el
conocimiento de una civilización milenaria.
Si quieres viajar a Egipto para no perderte esta u otra de sus maravillas, no dudes en consultar las ofertas en la web de Imagetours.
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